jueves, 23 de noviembre de 2017

Revista CARETAS " ¿Y LOS TOROS BRAVOS?" Escribe JAIME DE RIVERO

Jose Garrido se presentó en Acho.
Es el primer matador de toros en confirmar la alternativa en esta plaza.
¿Y LOS TOROS BRAVOS?

Revista CARETAS
Escribe Jaime de Rivero

Casta y codicia fue lo que más le faltó a la corrida de Santa Rosa de Lima, lidiada el último domingo en Acho. Tarde deslucida por el juego soso de los toros. Cierto es que cumplieron en presentación y que recargaron a los caballos, pero aquello sirvió de muy poco. Sólo funcionaron el cuarto y el sexto, y el primero que algo se dejó. El toreo tiene hoy dos problemas principales, la monotonía de los estilos de torear como consecuencia de la depuración y el dominio de la técnica; y la poca fiereza del ganado. Para lograr un animal a medida del toreo estético que hoy impera, la crianza se produce en los linderos de la mansedumbre, así surge con frecuencia el toro soso y bobalicón que aburre y desespera. Es la antítesis de esta fiesta en que la emoción de riesgo y peligro es parte esencial. Y para ello requiere el toro con casta, poder y pies.

Lo más meritorio que hizo Manuel Escribano fue las banderillas, por la variedad y entrega, brillando en un par al quiebro a una mano al primero de su lote.  A éste lo recibió de muleta con cambiados por la espalda para luego torearlo por derechazos sin mayor lucimiento. Al toro le faltó fondo y se apagó pronto.

Al cuarto, que embestía humillando y con recorrido, lo esperó a porta gayola y lo quitó por caleserinas. Inició la faena con pases por alto de rodillas para luego torear por el pitón derecho que era el mejor. Por el izquierdo no tuvo la misma intensidad. Desaprovechó un buen toro al anteponer adornos y remates, sin haber consolidado el toreo fundamental, es decir, ligado en redondo que es como se domina a los toros. Y Acho no lo tragó, quedando todo en una ovación desde el tercio.

A pesar de que tuvo el peor lote, Paco Ureña estuvo dispuesto y entregado.  Lanceó a la verónica de manera ejemplar a sus dos toros, siempre echando la pata “pa lante”, cargando la suerte y hacia los medios.  El tercero avisó que se ceñía por el pitón derecho en los primeros capotazos como en el quite.  Lo replicó en la muleta por lo que Ureña se avocó al izquierdo pero sin mayor lucimiento, abundando en muletazos de uno en uno. Sin ligazón no hubo emoción. Mató de una estocada baja. Intentó de todo con el quinto, un toro soso y descastado que no le dio opciones.

José Garrido recibió a porta gayola al toro de su confirmación de alternativa, para luego llevarlo a la verónica rematando con media de rodillas.  El toro se partió un pitón mermando su poderío.  Con la muleta logró derechazos de buena factura pero sin mayor transmisión, mientras que por el izquierdo se quedaba corto y sin fuerzas.  La faena se diluyó por la sosedad del animal. 


Al sexto, el mejor del encierro, Garrido lo toreó con delantales a pies juntos ovacionados por la lentitud y empaque. El toro sirvió por noble y repetidor, pero sin mayor clase en la embestida como todo el encierro. Las series por derecho fueron las más destacadas, mientras que por el izquierdo no había tanta emoción. Cuando el toro se quedaba parado, Garrido tiraba de él haciéndolo seguir la muleta. Se equivocó al llevarlo a los medios para la suerte suprema, haciendo caso a los gritos de unos indocumentados de sol, fallando en dos intentos al recibir con los que perdió la oreja.  

1 comentario:

  1. Crónica precisa y cierta, a distancia de la prensa mermelera que abunda y que ha tratado de tapar y disimular la descastada y desclasada corrida de Santa Rosa del pasado domingo en Acho

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